San Valentín: En el año 270, el emperador Claudio II El Gótico prohibió el amor entre los humanos. No quería bodas, sino soldados para defender su imperio. Ante estos hechos, el Obispo Valentín se entregó a las parejas para casarlos en secreto y los jóvenes acudían a él para recibir el sacramento del matrimonio. Al ser encerrado por segunda vez, el carcelero se dio cuenta de sus buenas cualidades y le presentó a su hija Julia, ciega de nacimiento. Valentín le enseñó las primeras letras y le habló de Dios. La joven terminó creyendo y la luz de la prisión iluminó sus ojos. Murió degollado por manos de un soldado romano y sus restos se encuentran en la ciudad italiana de Terni.