¿Autobuses movidos con el zumo de las naranjas de Sevilla? El futuro de una sobreproducción de 5,7 millones de kilos (fuente de la noticia https://www.elconfidencial.com/medioambiente/2021-02-21/autobuses-movidos-zumo-naranjas-sevilla_2960436/)

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Más allá de para aderezar el enfrentamiento político, se están planteando alternativas para conseguir que las naranjas sean productivas como combustible orgánico para generar gas. «¿Y si lo que hasta ahora han sido residuos pudiese convertirse en energía? ¿Y por qué no imaginar que, en el futuro, los autobuses urbanos de Sevilla puedan moverse gracias al gas comprimido que se obtenga de sus naranjos amargos?», esgrime el jefe de Parques y Jardines.

Esta campaña es la segunda en pruebas de un proyecto piloto que pretende usar las naranjas amargas para producir electricidad a partir de gas generado. De los últimos ensayos ya se ha conseguido alimentar el equivalente a 250 viviendas, unos 50.000 kilovatios, con 50.000 kilos de fruta. «Y esperamos que pronto podamos recepcionar toda la naranja de la ciudad», explica Benigno López, jefe de la división de Medio Ambiente de Emasesa, la empresa metropolitana de aguas, impulsora del proyecto.

El procedimiento por el que se consigue electricidad de las naranjas es sencillo. Se llama cogeneración: el zumo que se extrae de ellas se añade a unos lodos en unos digestores, allí fermentan —tal y como se produce en el estómago— y se generan unos gases que contienen metano. Al quemarse en un motor conectado a una biela se produce la electricidad.

De los últimos ensayos ya se ha conseguido alimentar el equivalente a 250 viviendas, unos 50.000 kilovatios, con 50.000 kilos de fruta

«El zumo es fructosa, cadenas de carbono muy cortas, y el rendimiento energético que tienen esas cadenas de carbono en el proceso de fermentación es muy alto. Es un caramelo para el proceso de cogeneración. Es un azúcar que se degrada, genera el gas, de una forma muy rápida. Y eso es lo que nos interesa. Además, no tiene componentes azufrados como pueda tener la carne», explica López.

La empresa metropolitana de aguas valora en unos 250.000 euros la inversión necesaria para poder asimilar toda la producción de naranjas amargas de Sevilla. La intención es implementar este sistema en dos depuradoras de la capital con la aspiración de ser autosuficientes energéticamente. El proyecto tiene una amortización de 26 meses.

«Pero no hay que quedarse solo en el ahorro económico», apunta el portavoz de Emasesa. «Hay que valorar que esto parte de un problema que tiene la ciudad, una sobreproducción de naranjas —zanja—, al que se le da respuesta teniendo en cuenta cuestiones como la economía circular, la sostenibilidad o la lucha contra el cambio climático. Estamos dando valor añadido a un residuo».