Era hijo de los Reyes Polacos que tenían su sede en Cracovia. Fue educado por el sacerdote Juan y el profesor Calímaco de los que recibió el camino hacia la santidad y la ciencia. En su vida se propuso el ideal de agradar a Dios. Lo cumplió a rajatabla, estaba en la más pura línea del Evangelio y le encantaba el trato y la ayuda con los más pobres. Su gran trabajo apostólico fue extender la Religión Católica por Polonia y Lituania. La tuberculosis terminó con su vida en 1484 cuando tenía 26 años.