Las modas tienen como misión distinguirnos de los demás. A una moda se la llama «atrevida» cuando es escandalosa; esto es: cuando tiene o produce «morbo» (enfermedad en sentido espiritual). Por eso debemos extremar la prudencia al ponernos algo de moda, no sea que por frivolidad estemos poniendo a otros en ocasión… No somos dueños de las reacciones de los demás pero podemos ser el primer impulso.

Pero a la vez es de sentido común: «el hombre es fuego, la mujer estopa: viene el diablo y sopla…»