Los niños suelen ser muy observadores y aprenden principalmente a través del ejemplo y de la imitación. Por lo tanto, es importante que los padres presten atención a su propio comportamiento y a las conductas que quieren fomentar en sus hijos.

Si un padre no cumple con una tarea importante porque está demasiado ocupado viendo la televisión o usando el móvil, el niño puede percibir que estas actividades son más importantes que otras responsabilidades. Esto puede llevar a que el niño también tenga dificultades para priorizar sus propias tareas y responsabilidades.

Del mismo modo, si un padre no deja el móvil cuando está hablando con alguien, el niño puede percibir que el dispositivo es más importante que la persona con la que están hablando. Esto puede llevar a que el niño también se sienta menos inclinado a prestar atención a los demás y a valorar las relaciones interpersonales.

En resumen, los padres deben ser conscientes de que su comportamiento tiene un gran impacto en la conducta de sus hijos. Si quieren que sus hijos aprendan a ser responsables y a valorar las relaciones interpersonales, es importante que den un buen ejemplo y sean modelos a seguir.