Fue discípulo de San Isidoro y consta que en 626 ya era Obispo de Zaragoza. Se le atribuyen las Actas de los Mártires de Zaragoza y escribió más de 44 cartas mediante las cuales se conocen muchos aspectos de la España Visigoda. Braulio ejerció una enorme influencia entre los reyes de la época intentando suavizar las leyes con el espíritu cristiano.