Cada día hay que poner las cosas en orden en la conciencia. Es un mirar atrás necesario. Pero luego hay que entregarse a nuevos proyectos, llenos de esperanza. Sólo los viejos se quedan mirando hacia atrás, atrapados por el pasado, con miedo a olvidarlo. El día en que me quede mirando hacia atrás habré perdido mi juventud de espíritu.