Bernardita nació en Lourdes en 1844 y, por medio de ella, la Virgen hizo surgir la prodigiosa fuente del milagro. Pasó seis años en el Instituto de las Hermanas de la Caridad de Lourdes y después fue admitida como novicia. Tomó el nombre de Sor María Bernarda. Dentró del convento fue enfermera y depués sacristana hasta cuando la enfermedad de asma le obligó a permanecer en la cama durante nueve años entre la vida y la muerte. Bernardita pudo contemplar con sus propios ojos a la Virgen Inmaculada. Murió el 16 de abril de 1879 y fue beatificada el 1935.