EVITANDO EL «SCRATCH, SCRATCH»

Una crítica frecuente del mundo anglosajón al mundo hispánico -¡Oh Dios mío cómo lo pondré!- es que los varones muy frecuentemente «se rascan los genitales». Llamémoslo: «SCRATCH, SCRATCH«.

Para un visitante a España o cualquier país Latinoamericano es tremendamente repulsivo que el camarero, que sirve un suculento plato de estofado, les haga un «SCRATCH, SCRATCH». O que el chico de al lado del semáforo, mientras habla por teléfono haga un «SCRATCH, SCRATCH». O que el torero, molesto por la protección, se la corrija ante la mirada atónita de 8.000 espectadoras que aplauden el valiente «SCRATCH, SCRATCH».

Aseguramos que para los que no comparten nuestra cultura el «SCRATCH, SCRATCH» es algo molesto, chocante y extraño que debe ser eludido, ignorado EVITADO A TODA COSTA.

Ahora la anécdota de cómo murió el Capitán Garfio que no es más que un chiste (por lo que ya se perdona lo poquito de zafio…)

– ¿Sabes cómo murió el Capitán Garfio?
– Ni idea
– Pues de un «SCRATCH, SCRATCH».

Otra versión:

– ¿Sabes cómo murió el Capitán Garfio?
– Ni idea
– Pues que FUE A MEAR Y SE EQUIVOCÓ DE MANO.