Querida Mamá, Desde el día en que te fuiste, mi mundo se volvió más oscuro y silencioso. La ausencia de tu risa, tus abrazos y tus palabras sabias ha dejado un vacío imposible de llenar. Recuerdo con cariño los momentos que compartimos, desde las pequeñas alegrías hasta los desafíos superados juntas. Cada recuerdo es un tesoro que atesoro en lo más profundo de mi corazón. Aunque ya no estés físicamente conmigo, sé que tu amor sigue guiándome y dándome fuerzas para seguir adelante. Te extraño más de lo que las palabras pueden expresar, pero encuentro consuelo en saber que algún día nos volveremos a encontrar. Hasta entonces, llevarte en mi corazón será mi mayor consuelo. Con amor eterno, [Tu Nombre]