Querida prima, tu partida ha dejado un vacío imposible de llenar. Fuiste una luz brillante en nuestras vidas, siempre llevando alegría y amor a cada reunión, a cada momento compartido. Crecer contigo fue un regalo, y los recuerdos de nuestras aventuras y risas son un tesoro que siempre atesoraré. Te extraño profundamente, pero me consuela saber que estás en un lugar de paz. Espero que sientas todo el amor que te enviamos y que sepas que nunca te olvidaremos. Descansa en paz, querida prima.