Nació en Ratisbona (Alemania) el 20 de junio de 1797. Fue educada bajo los cánones de la orden de San Agustín y conservó los valores cristianos que le habían inculcado con la convicción de dedicarse a Dios. En 1828 abre un convento, junto con varias compañeras, donde establece la primera Escuela de las Hermanas de Notre Dame. Fundó la congregación de las Pobres Hermanas Escolásticas de Nuestra Señora y su carisma y profunda fe permitieron la rápida expansión de su congregación a toda Europa y a Norteamérica.