Los Hechos de los Apóstoles afirman que Matías acompañó al Salvador desde el Bautismo hasta la Ascensión. Matías predicó en Judea y luego en otros países. Fue elegido apóstol para reemplazar a Judas Iscariote, que se ahorcó. Se puede decir que no brilló de manera especial y refleja la santidad de la gente común y corriente.