El cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, afirmó ayer que la reciente aprobación en Irlanda del matrimonio entre personas del mismo sexo –el llamado matrimonio gay- «no es una derrota de los principios cristianos, sino una derrota para la humanidad».

El cardenal dijo que resultado del referéndum irlandés por el que se aprobó el matrimonio homosexual «me ha producido mucha tristeza. La Iglesia debe tener en cuenta esta realidad, pero en el sentido de intensificar su esfuerzo por la evangelización».

Mons. Parolin participó ayer en un evento organizado por la Fundación Centesimus Annus, que sostiene las numerosas obras caritativas del Santo Padre. En su discurso, el cardenal subrayó que la crisis mundial que afecta a la economía y la finanza «muestra claramente sus desequilibrios y, sobre todo, su falta de preocupación real por los seres humanos; el hombre es reducido a una sola de sus necesidades: el consumo».

«Síntoma de ello –prosiguió el cardenal- es la cultura del descarte que el Santo Padre ha denunciado a menudo, una cultura que esconde un rechazo de la ética y, frecuentemente, también un rechazo a Dios».

Frente a esta cultura, la Iglesia afirma que la economía «ha de estar al servicio del desarrollo integral de cada persona y de toda la persona», y no solo a corto plazo, sino también a largo plazo. Para que esto sea posible se necesita «la formación moral en todos los niveles de las personas individuales, que puede llevar a redescubrir el significado del trabajo personal y colectivo al servicio del desarrollo humano integral».