Fundada en 1919 en Weimar (Alemania), la Bauhaus (de «bau»: construcción y «haus»: casa) fue una escuela experimental de arte, diseño y arquitectura cuyo método de enseñanza quiso basarse en investigación practica y en la colaboración entre profesores y alumnos.

Concebida como un lugar de debate, su fin último fue dar respuesta a los retos sociales y tecnológicos de su época y así «construir el futuro». Las cuestiones clave del diseño del siglo XX se plantearon en sus aulas: la unidad de las artes, las relaciones entre el arte y la técnica, la artesanía y la industria, lo bello y lo útil, o la forma y la función.

Si bien el propósito inicial fue formar a los artistas en la artesanía, a partir de 1923 esta postura se abandonó para dar paso al lema «Arte y tecnología: una nueva unidad», que respondía mejor a las demandas sociales, y estaba más próximo a la visión científica del diseño.

Tres fueron sus sedes, y tres sus principales directores: en Weimar y Dessau Walter Gropius se enfrentó a las contradicciones inherentes a los cambios de programa. Desde 1928 Hannes Meyer imprimió un giro hacia la estandarización y el funcionalismo sin estilo, basado en la ingeniería y la técnica. Tras el traslado de la escuela a Berlín en 1930, Mies van der Rohe robusteció la enseñanza de la teoría arquitectónica.