Nació en una familia humilde en 1861 en Ravena (Italia). Con siete años, recibió el sacramento de la Confirmación y era catequista en su parroquia. Después de la muerte de su padre, se hizo cargo de sus hermanos. En 1889 ingresó en las Hermanas Hospitalarias de la Misericordia e hizo el voto hospitalario. La enviaron a Alatri como ayudante de farmacéutico, y posteriormente la trasladaron a Frosinone, de donde fue superiora. Después de 50 años en el cargo, siguió en la comunidad atendiendo a enfermos y dedicando tiempo a la oración. Durante una de las etapas más duras de la Segunda Guerra Mundial en 1944 llegaban muchos heridos a los que Sor Rafaela daba tanto amor y consuelo que ellos la llamaban mamá.