Su origen es incierto, pero se estima que fue pintado hacia el siglo XIII o XIV. Parece ser que es un copia de una pintura de Nuestra Señora realizada por San Lucas. Este icono de la Virgen María muestra a la Madre con el Niño Jesús. El Niño observa a dos ángeles que le muestran los instrumentos de su futura pasión y se agarra fuerte con las dos manos de su Madre. El cuadro nos recuerda la maternidad de la Virgen y su cuidado por Jesús desde su concepción hasta su muerte. Hoy la Virgen cuida de todos sus hijos que a ella acuden con plena confianza.