A mi manera (Mi propia religión)

Decir eso de que creo pero no practico es tan absurdo (incongruente) como sería decir practico pero no creo. Hay, pues, gente que no cree en Dios (dicen) pero creen en Nuestra Virgencita de Guadalupe… O que creen que Jesús es Dios y que está en la Hostia Santa pero que no creen en la Trinidad… Les falta fe: eso se muestra especialmente cuando les sobreviene una desgracia terrible y toda la fachada se les viene abajo: no había estructura, ni cimientos; sólo apariencia de ser cristianos.
Buscaban un Dios a su medida, moldeado a su imagen y semejanza, que les satisficiese sus peticiones, sus planes, sus ambiciones… en realidad ellos eran su propio dios, y rezaban su propio padrenuestro: hágase mi voluntad en la tierra como en el cielo…


Hoy ofrecemos una anécdota histórica que ilustra esta idea, Alejandro Magno y el oráculo…

Alejandro Magno y el oráculo (Tenacidad)

Quiso prepararse para la expedición contra Persia con la aprobación del dios Apolo; pasó al templo del dios Apolo pero los días en que llegó eran nefastos y no era permitido a las profetisas dar respuesta. Con todo lo primero que hizo al llegar fue llamar a la profetisa. Esta se negó a acudir y él fue adónde ella se encontraba y por la fuerza la trajo al templo. Ella viendo la determinación de Alejandro se dio por vencida y exclamó: «qué cabezón: ¡eres invencible hijo mío!» Alejandro lo oyó y dijo que ya no necesitaba otro vaticinio sino que había escuchado de su boca el oráculo que le apetecía. Y se puso en marcha.

Plutarco. Vidas Paralelas. Alejandro Cap. XIV pág. 41