¡Calla, Niño!…
(sinceridad en la oración)
Aquella muchacha llevaba tiempo meditando la posibilidad de que Dios le pidiese más: incluso la vida entera. Era buena cristiana y no deseaba organizar su vida al margen de la Voluntad de Dios. Por otra parte, en su interior se resistía a la idea de una entrega completa a Dios.
nuestra santa voluntad… de Dios (y engañarnos).