El infante de España Luis Antonio Jaime de Borbón (1727-1785), hijo de Felipe V e Isabel de Farnesio, fue nombrado Arzobispo de Toledo en 1735, cuando tan solo tenía ocho años. Además, tres meses después de su nombramiento como Arzobispo fue nombrado cardenal por el Papa Clemente XII. Sin embargo en 1754, cuando el infante Luis tenía veintisiete años, decidió renunciar a todas sus dignidades eclesiásticas, considerando que no tenía vocación sacerdotal. Decidió así dedicarse a la música y a las ciencias naturales.