Querido Dios: Hoy ha vuelto a ser un dia dificil. Las dudas no desaparecen, por mucho que me aplico en promesas, miradas al frente y sonrisas forzadas ¿Que es lo que quieres de mi, Señor? ¿A donde quieres que vaya? ¿A quien quieres que acuda? ¿A quien debo escuchar? Hace ya tiempo que vengo observando mi vida. Veo como se han abiertolas puertas, como detras de muchas de ellas no habia mas que muros de acero impenetrables, que habian estado disfrazados de sueños y de ilusiones. Ahora me doy cuenta del enorme esfuerzo que supone conseguir una meta, y de la cantidad de obstaculos, entre ellos, el mas poderoso, el de la rendicion, que se presentan solo con el cansancio y la vulnerabilidad. Ahora, mas que nunca, te ofrezco mi trabajo. Si has estado llevandome de la mano hasta ahora, si has trazado, como se que has hecho, un sendero para mi y, a lo largo de el, me enseñas mi lugar en la vida, solo me queda decirte que confio en Ti. Estoy cansado, Señor, de ser triste y oscuro ante las dificultades. Mi trabajo sera, desde ahora la prueba de mi amor y de mi entrega, y cuando me venga abajo, si mi esfuerzo no se ve recompensado como yo esperaba, pensare que no ha sido un trabajo baldio, porque con todo el amor que Tu me das, y con la tranquilidad de tener a un Padre bueno que me cuida y me protege, tengo bastante para volver a empezar con la fuerza de la primera vez. Dame, Señor, ojos para verte siempre en cada fracaso y en cada exito. Regalame un poco de voluntad que no achique mis ilusiones y dame la mano en ese sendero que has trazado para mi, porque he decidido caminar a tu lado y voy a necesitarte en cada recodo del camino.
(Articulo de la revista Alfa&Omega).
A.Ll.P. Robles.