Era hija de un ciudadano pagano de Alise en Borgoña. Su madre falleció al dar a luz y la santa fue educada en la fe por una nodriza cristiana. Olybrius quiso casarse con ella, pero Regina se negó a aceptarlo. Su padre la encerró en una calabozo y, como no se decidía, el joven ordenó que la azotaran y la sometieran a otros tormentos. Una de aquellas noches, recibió en su calabozo el consuelo de una visión de la cruz. Una voz le decía que su deliberación estaba próxima. Cuando le decapitaron apareció una paloma blanquísima que causó la conversión de muchos de los presentes. La devoción a la santa aumentó a partir del siglo VII.