El legislador más honesto del mundo. 

Zaleuco de Locris, en el siglo VII a. C., fue uno de los primeros legisladores griegos, pero hoy no tendría cabida en la . Un hijo suyo fue acusado y condenado por un delito o robo, según las fuentes, cuya pena era la pérdida de ambos ojos. El pueblo pidió a Zaleuco que lo perdonase. «é a medias a mi hijo, ya que no es él el único culpable, y mandaré que le saquen solo un ojo anunció; el otro me lo sacaré yo, pues siendo su padre debí haberlo educado mejor; así se dará cumplimiento a la ley, ya que esta nada dice sobre qué ojos hay que sacar».

También fue un ingenioso. Para erradicar de Locris la ostentación, la suntuosidad y ciertas costumbres, legisló: «A una mujer libre, que no la acompañe más que una sirvienta, a no ser que esté ebria. Que las mujeres no salgan de la ciudad por las noches, a no ser que vayan a cometer adulterio. Que las mujeres no vistan ropas doradas ni vestidos bordados, a no ser que sean prostitutas. Que los hombres no lleven anillos dorados ni vestido al milesio [el de los habitantes de Mileto], a no ser que frecuenten prostitutas o vayan a cometer adulterio