“Y sé que la senda de la virtud es muy estrecha, y el camino del vicio ancho y espacioso; y sé que sus fines y paraderos son diferentes, porque el del vicio, dilatado y espacioso, acaba en la muerte, y el de la virtud, angosto y trabajoso, acaba en la vida, y no en vida que se acaba, sino en la que no tendrá fin, y sé, como dice el gran Poeta castellano nuestro, que

“Por estas asperezas se camina

de la inmortalidad al alto asiento,

do nunca arriba quien de allí declina”.

(Cervantes, El Quijote, 2ª Parte, cap. VI. Palabras de D.Quijote)