Todo el mundo tiene un punto débil, que a su vez es un punto fuerte en manos de un formador.

Cada cual tiene una tecla por dónde reacciona. Es cuestión de encontrarla. Si le se trata con cariño, la persona se deja formar. Si se le abate en ese punto, el hombre se revuelve y se enfrenta hasta puntos desconocidos. He aquí varios ejemplos gráficos…

¿Qué tendrá la oreja?

El caballo un animal tan bello, poderoso y grande, tiene sin embargo un punto  débil: la oreja. Si quieres domarlo debes montarlo. Incluso para montarlo por primera vez los expertos le toman firmemente por la oreja y éste se deja hacer, se deja montar, hasta que se le suelta. Es muy distinto a hacerle daño. 

Dicen que los jugadores de rugby son famosos por su fuerza bruta. Pero algunos, más que brutos, parecen animales. Y si no, ahí está el ejemplo de Gareth Jones, un jugador aficionado incendiado por un penalti concedido al equipo rival durante un partido en Cardiff (Gales). Para resarcir su furia, Jones se enganchó con Daniel Hobbs, un jugador del equipo contrario, y le arrancó el lóbulo de una oreja de un mordisco. La víctima necesitó 20 puntos para coser de nuevo la oreja. ¿Caben tantos puntos en una oreja? El autor de la agresión fue condenado el jueves 9.10.2008 a un año de prisión, calificados los hechos por el juez como una “barbarie”.

No sé qué tienen las orejas, si es que parecen apetitosas o qué, pero a más de uno se le ha ocurrido atacar a alguien mordiéndole el tejido cartilaginoso. Aunque la oreja más conocida es la de Van Gogh (y no el grupo de música, sino el pintor holandés); éste se cortó su oreja derecha conscientemente con una navaja, y se la regaló a una prostituta de un burdel. El mordisco más famoso es, sin duda, aquel que en junio de 1997 le dio el boxeador Mike Tyson a la oreja de su contrincante, Evander Holyfield.

No contento con dejar media oreja de su rival en el ring, el púgil se lanzó de nuevo a seguir mordiendo. O a beber sangre, porque de un Tyson enfurecido uno se puede esperar cualquier cosa. Desde luego, hay que tener valor y ser muy bestia para llegar a arrancar una oreja de un mordisco.

Seguro que a Gareth Jones y Mike Tyson, sus madres le daban carne cruda de bebés, por eso desarrollaron los dientes fuertes y afilados. 

La gente a sus tortugas les da lechuga y zanahoria, para que no le cojan el gustillo a la sangre, y no les coman el dedo de un ‘bocao’. Pero eso de perseguir la oreja no es humano, es animal, y de animal resabiado.