Entre las “Historias del Señor Keuner” de Bret Brecht se encuentra la siguiente: “Alguien preguntó al señor Keuner si existía Dios. El señor Keuner dijo: Le aconsejo reflexionar si su comportamiento cambiaría según la respuesta a esa pregunta. Si no cambiase, podemos abandonar la pregunta. Si, en cambio, cambiase, entonces puedo ayudarle diciendo solamente que usted ya se ha decidido: usted necesita un Dios”. Aquí la idea de Dios es considerada de un modo totalmente coherente como funcional. El hombre es alguien que -siempre por alguna razón- necesita a Dios, y entonces se le da lo que necesita. Pero a la vez uno debe esforzarse en poner remedio a la enfermedad de la necesidad de Dios; tal es el pensamiento que subyace.

R. SPAEMANN La pregunta sobre el sentido de la palabra “Dios”.