No es bueno que lleguen a nuestras manos cosas grandes con facilidad, pues pensaríamos que el don de Dios es poca cosa a causa de la rapidez con que lo obtenemos.

Todo lo que se obtiene con facilidad se pierde fácilmente. Lo que se obtiene con fatiga se guarda con cuidado.

Ten sed de Jesús para que él te embriague con su amor.

(Isaac de Nínive, El don de la humildad, Sígueme, p.130. Sobre la oración de petición)