La de San Pedro en el Vaticano y la de en la via ostiense son los dos templos más importantes de toda la cristiandad y están edificados respectivamente sobre las tumbas de estos . La primera fue consagrada tal día como hoy en 1626, tras 170 años de , sobre la tumba de San Pedro donde ya había ordenado construir la primera basílica, allá por el año 323. La de San Pablo, por su parte, se encuentra al otro lado de Roma. La antigua basílica fue destruida en 1823 por un incendio, construyéndose la nueva sobre la anterior y siendo consagrada en 1854. En los de reconstrucción se encontró un sepulcro de antes del siglo IV con la inscripción: «A San Pablo, y Mártir». Ambos edificios recuerdan a todos los en el mundo que la fe en Cristo se fundamenta en la predicación fiel del y en la sangre de los primeros del Señor que supieron ser leales hasta el .