Un muchacho, Bill, pasa las vacaciones solo con su padre en una aristocrática finca familiar. Ha suspendido los exámenes y se ve obligado a concentrarse en el estudio, por imposición de su progenitor, lejos de su madre y de sus hermanos y hermanas que veranean cerca del mar. A medida que transcurren los días, bajo un calor sofocante, Bill intuye, y finalmente descubre, en las relaciones con su padre y con unos familiares vecinos, que el comportamiento educado y contenido, fruto de unas normas sociales rígidas, puede desdoblarse en un sorprendente plano más profundo en el que las emociones y los sentimientos se manifiestan libremente. Sólo Bill en su todavía fresca sensibilidad de adolescente entrevé las pasiones secretas bajo las máscaras y se le revela la cara oculta de la personalidad de su padre. En el aspecto formal, Eduard von Keyserling crea una situación argumental a pinceladas, como si se tratara de un cuadro impresionista, que encubre, bajo la sensual descripción de los colores de las flores y de los vestidos, el zumbido de los insectos, el chapoteo del agua, los sonidos de la noche, las contradicciones del alma humana.