Mary Shelley, Frankenstein o el moderno Prometeo; Lord Byron, August Darvell (fragmento), John William Polidori, El vampiro, y cartas, diarios y fragmentos de los tres autores y de Percy B. Shelley. Edición de Ángela Pérez El año 1816 ha pasado a la historia de la literatura por la legendaria estancia en Villa Diodati de Percy Bysshe Shelley, Mary Wollstonecraft Godwin (Mary W. Shelley), Claire Clairmont (hermanastra de Mary), Lord Byron y su médico John William Polidori, durante la cual, tras la lectura de una antología de cuentos de fantasmas alemanes traducidos al francés, Byron propuso que cada uno de ellos escribiera un relato. De ahí nacerían Frankenstein, August Dawell y El vampiro. Tanto por la singularidad de sus protagonistas como por su relevancia literaria y, sobre todo, por la influencia que ese verano de 1816 tendría en la literatura de los años (y siglos) venideros, resulta de un especial interés poder leer todos juntos los textos que se generaron durante aquellas semanas. Este volumen reúne no sólo la edición definitiva de Frankenstein de 1831 enriquecida con la reseña que del mismo escribiera Percy W. Shelley en el momento de su publicación, y los textos de Byron y de Polidori, sino también una selección de diarios y cartas de los diversos protagonistas. Elementos estos que, junto con las notas biográficas sobre sus autores y la completa cronología que los acompaña, permitirán al lector de nuestros días adentrarse en el ambiente y las circunstancias que les condicionaron. Y, sin duda, admirar la imaginación y el valor de esos jóvenes que fueron capaces de bucear en esa zona oscura que todos llevamos dentro y sacar de ella algunos de los más imborrables mitos modernos
El vampiro es el relato fundacional del género del «vampiro romántico». Polidori lo escribió en las tormentosas noches de verano, entre el 16 de junio y el 19 de junio de 1816 (en el que fue el año sin verano), en Villa Diodati, junto con Lord Byron, Percy Shelley, Mary Shelley, la condesa Potocka y Matthew Lewis. Villa Diodati era considerado por Mary Shelley como un lugar culturalmente sagrado, en donde habían estado escritores como John Milton, Rousseau y Voltaire. El relato trata de exponer la fuerza del mito que hace que la gente común no crea en los vampiros, de ahí que el protagonista, Lord Ruthven, se aproveche de esta situación para cometer sus actos sanguinarios. Otra de las armas de Ruthven es su gran capacidad de seducción y su efectividad como lo que es, un vampiro, que destaca en el cruel final de este relato con el que Polidori transformó el personaje de vampiro del folclore en una personalidad aristocrática, causando gran impacto en la sociedad de la época. El vampiro influyó mucho en la literatura posterior como en Carmilla (1872) de Sheridan Le Fanu; El vampiro (1851) deAlejandro Dumas, que se inspiró en la figura de Lord Ruthven para su Conde de Montecristo; Berenice de Edgar Allan Poe, al igual que influyó en Gogol o Tolstoi (La Familia de Vourdalak) y sobre todo en Drácula de Bram Stoker. Además también influyó en el cine en la mayoría de las películas de vampiros, en las que el protagonista suele ser un personaje aristocrático, seductor, con grandes posesiones y con poderes sobrenaturales, al igual que el vampiro de Polidori.
Juny de 1816 a Villa Diodati, una mansió vora el llac Leman (Suïssa). Quan lord Byron va proposar als seus convidats que cadascú escrivís una història de terror per matar l'avorriment --el mal temps els impedia sortir de la mansió--, ningú no podia imaginar que dos d'aquells relats passarien a la història de la literatura universal: Frankenstein, de Mary Shelley, i El vampir, de John William Polidori, aleshores metge personal de Byron. A El vampir Polidori transforma una figura del folklore europeu en el vampir lord Ruthven, un personatge aristocràtic, sofisticat, seductor i amb poders sobrenaturals que passarà a l'imaginari col·lectiu de tota la humanitat. Al llarg del segle xix la narració tindrà nombroses edicions i traduccions i influirà decisivament en totes les obres posteriors sobre vampirs, especialment Dràcula de Bram Stoker. La narració que crea la figura universal del vampir.