Agastya, a quien casi todos conocen por el mote de Agosto, acaba de conseguir un preciado puesto de funcionario en la administración india. Sin embargo, el cargo le obliga a irse lejos de sus adoradas Delhi y Calcuta para emprender un periodo de formación en un ?agujero? de provincias llamado Madna. Durante los meses siguientes Agastya tendrá ciertamente mucho tiempo y oportunidad de aprender cosas en sus largas jornadas de fumar porros, leer, mirar al techo y escaquearse del trabajo, además de observar con mirada irremediablemente distanciada lo que ocurre a su alrededor.