Ficción clásica



LAS CRÓNICAS DE CRANFORD (GASKELL, ELISABETH)
«Las historias que cuenta Cranford enlazan brillantemente unas con otras, como las cerezas extraídas de un cesto. Casi todas pueden ser leídas como cuentos independientes, pero en su conjunto forman una narración suficientemente sólida como para estar muy lejos de ser consideradas una mera sucesión de relatos. Si algo unifica todas las historias que se cuentan es, sin duda, la ternura que late en cada una de ellas: la de la mujer madura que recupera a un amor de juventud al que abandonó para cuidar a su hermana enferma; la solterona que, ablandada por la muerte de un viejo amor, autoriza a su criada a responder a los requiebros de un pretendiente; la del chiquillo descarriado que huye de la casa tras una inopinada paliza de su padre, de la que el hombre se arrepiente de por vida?» - del prólogo de Marta Rivera de la Cruz

EL GRAN GATSBY (FITZGERALD, FRANCIS SCOTT)
Ningú no coneixia ben bé qui era Gatsby. Alguns deien que havia estat espia dels alemanys durant la guerra del 14; d'altres, que estava emparentat amb una de les famílies reials d'Europa. Però ningú no l'avantatjava en la seva esplèndida hospitalitat. Les festes més meravelloses tenien lloc en la seva superba mansió de Long Island. La ironia d'aquesta façana fabulosa era que ell l'havia bastida no pas per impressionar el món, els amics o l'esposa, sinó per impressionar una noia que ell havia estimat, una noia que era el seu somni, la seva il·lusió...

EL PROFESOR UNRAT (MANN HEINRICH)
Ambientada en una ciudad del norte de Alemania a principios del siglo xx, El profesor Unrat narra las peripecias de un profesor de instituto obsesionado con el orden moral y la disciplina. En su empeño de erigirse en guardián de la moral, Unrat cometerá, sin embargo, un pequeño desliz que cambiará para siempre su vida y la de toda la ciudad. Con un estilo irónico, mordaz, que antes busca sugerir que mostrar, Mann nos invita a asistir al declive de una época, de una sociedad que predica sin dar ejemplo, fundando así uno de los mitos de la modernidad (el de la caída de un hombre que arrastrará al resto) y prefigurando lo que Alemania viviría apenas cuarenta años más tarde. Esta novela, divertida y amarga, nos devuelve el gusto por la razón narrativa y nos recuerda que hasta el gesto más sutil, más inesperado, puede acarrear graves consecuencias. En ella se basó la célebre película El ángel azul, que lanzó al estrellato a Marlene Dietrich.

ARTE DE INGENIO, TRATADO DE LA AGUDEZA (GRACIÁN, BALTASAR)
" Arte de ingenio, Tratado de la Agudeza " es la obra más importante que hay sobre el conceptismo (estilo literario que utiliza conceptos, agudezas, paradojas y ambigüedad al mismo tiempo que cultiva la creación de imágenes complicadas y metáforas) y es uno de los textos capitales de la crítica literaria barroca. Gracián utilizó para ejemplificar su tratado muestras de la poesía de conceptistas como Quevedo y Jáuregui, pero también de culteranistas como Góngora.

ODAS (HORACIO)
Quinto Horacio Flaco (65 a. C. - 8 a. C.) es uno de los más relevantes e influyentes autores de la Antigüedad. Estudió en Roma y en Atenas, donde entró en contacto con el epicureísmo. Su poesía, reflexiva, alcanza una extraordinaria perfección formal y plenitud que constituyen la esencia de lo clásico. Las Odas están formadas por cuatro libros que contienen un total de 104 poemas, en los que se reflejan temas (el amor, la fortuna, la amistad, el ocio, la ética ciudadana, la vejez, etc.) y metros líricos griegos, pero que tratan también asuntos genuinamente romanos, como el Carpe diem o el Beatus ille. La literatura horaciana ha dejado su huella en autores tan decisivos en nuestra literatura como Garcilaso de la Vega o Fray Luis de León y, más allá de nuestras fronteras, en poetas de la talla de John Keats. «Junto con Virgilio y con Ovidio, Horacio forma la tríada de los grandes poetas augústeos, que es también la los grandes poetas latinos de la Antigüedad. Horacio fue para la literatura europea medieval y moderna un modelo indiscutido en la lírica, la sátira y la teoría poética». José Luis Moralejo

LAS BATALLAS PERDIDAS . LOSING BATTLES (WELTY, EUDORA)
Las batallas perdidas, novela de dimensiones faulknerianas, vasta y anchurosa como los ríos sureños, fue el proyecto más ambicioso en que se embarcó Eudora Welty, además de su obra más exitosa en vida. Novela finalista del National Book Award, dotada de una acerada vena cómica, narra el encuentro de tres generaciones de excéntricos descendientes de la abuela Granny Vaughn, que se reúnen en su vieja casa de Mississippi para celebrar su noventa cumpleaños en los tiempos más duros de la Depresión. El invitado de honor será el nieto preferido de la abuela Vaughn, Jack Renfro, quien, por no perderse la celebración, se ha escapado de la cárcel de donde estaba previsto que lo liberaran al día siguiente.

LA PAGA DE LOS SOLDADOS (FAULKNER WILLIAM)
La paga del soldado es la historia del regreso de un aviador herido a Georgia, al término de la Primera Guerra Mundial, acompañado de un veterano de guerra y una viuda cuyo esposo ha muerto en el conflicto. Poco imagina el aviador, sumido en un silencio casi permanente y en la ceguera, que su prometida le ha sido escasamente fiel durante su ausencia, y que la viuda descubrirá dentro de sí sentimientos insospechados... Primera novela de Faulkner y, según la crítica, una de las mejores obras surgidas de la Primera Guerra Mundial, La paga del soldado está escrita con un sorprendente dominio del arte narrativo: ya contiene la voz distintiva de Faulkner, su estilo peculiar y magistral, la prueba irrefutable de un talento precoz. Su singularidad reside en la mezcla de humor y desesperación, en la descripción magnífica de Georgia y en las lúcidas percepciones del sexo, la enfermedad, la muerte y la locura.

CUENTOS REUNIDOS (ANDERSON, SHERWOOD)
Por primera vez en un solo volumen, todos los cuentos del gran Sherwood Anderson, uno de los grandes escritores norteamericanos del siglo XX. Fue Faulkner quien habló de él como «el padre de nuestra generación», mientras que Hemingway daba sus primeros pasos en París porque Anderson tuvo a bien recomendarlo a Gertrude Stein, pero el día de la muerte del autor pocos sabían quién era ese hombre atormentado y extravagante, que observó la vida en apariencia anodina de los granjeros de Ohio y luego la trabajó en sus páginas hasta convertirla en gran literatura. Caminando con Anderson por los campos del Medio Oeste, entrando en esas casas enormes y solitarias que esconden dolores sordos, y frecuentando con él los hipódromos de las ciudades de provincia descubrimos un mundo hecho de locura callada, de sexo agrio que no tiene palabras para volverse pasión, de ambiciones que mueren acodadas en la barra de un bar. Más allá del costumbrismo y del realismo al uso, Anderson consiguió captar la esencia de América a principios del siglo XX, y aquí se reúnen por primera vez en castellano todos los cuentos que lo consagraron como un maestro de la literatura contemporánea. Reseña:«Un grandísimo escritor que descubrió una América y un modo de ser, de imaginar, de escribir. Todos los grandes narradores de su tiempo y los que siguieron le deben algo.»Cesare Pavese

NARRATIVA COMPLETA. VOLUMEN II . NOVELAS («CLARÍN», LEOPOLDO ALAS)
Dice Gonzalo Sobejano que el cuento es " la narración de un suceso notable " y la novela narra " la vasta red de sucesos y, sobre todo, la experiencia del sucederse de las acciones y las pasiones en el ámbito de todo un mundo; y no requiere la novela [...] que lo narrado sea 'notable', puede limitarse a representar lo más común y corriente de la humana existencia siempre que lo haga 'con arte' " . Con estos o parecidos criterios «Pipá» y «La Regenta» serían dos modélicos ejemplos de lo que diferencia el cuento de la novela. Estableció Clarín otra diferencia: la del enorme esfuerzo que suponía escribir una novela, sin que para él tuviera compensación económica acorde. Pero ello era una exigencia sine qua non para dar el salto de la narración de «un suceso» -el cuento- a una " vasta red de sucesos " -la novela-, una exigencia que él no estuvo siempre dispuesto a dar. Lo dio en sus dos novelas termi­nadas, «La Regenta» y «Su único hijo», pero no quiso o no pudo darlo, lo que le creó una permanente tensión interna -¿mala conciencia de que sacrificaba su obra de novelista por unas pesetas?-, dejando sin terminar las novelas que había empezado y se quedaron inacabas y no empezando a escribir las que tenía pensado, según repitió una y otra vez en cartas a sus amigos escritores y a sus editores. Clarín además de narrador, cuentista y novelista, fue excelente crítico literario. Mucho escribió sobre su concepción de la novela y su idea del Naturalismo. Respecto al Naturalismo, Clarín adoptó una actitud re-creadora, de re-elaboración teórica, reformulando un naturalismo " a la española " , diferente del francés, más próximo al realismo al que continúa y vacía de prejuicios ideológicos y moralizantes. En el Naturalismo vio Clarín la culminación de su concepto de novela, concibiéndola como el género hegemónico de su tiempo.

NARRATIVA COMPLETA. VOLUMEN I . CUENTOS («CLARÍN», LEOPOLDO ALAS)
Leopoldo Alas Clarín fue publicando cuentos, de manera ininterrumpida, desde que empezó a manuscribir en 1868, a los dieciséis años, el diario Juan Ruiz. A lo largo de su vida, Clarín se debatió entre el cuento y la novela. Reseñando las narraciones de Palacio Valdés, Aguas fuertes (1894), escribía Clarín en 1885 en El Globo: «No es más difícil un cuento que una novela, ni tampoco menos; de modo que hay notoria injusticia en considerar inferior el género de narraciones cortas, en el cual por cierto se han hecho célebres muchos escritores antiguos y modernos». Y en 1892, a propósito de unas reflexiones publicadas en La Publicidad sobre las relaciones entre el periodismo y la cultura, se detiene en «la moda del cuento», considerando las ventajas y los inconvenientes: «El cuento no es más ni menos arte que la novela: no es más difícil como se ha dicho, pero tampoco menos; es otra cosa: es más difícil para el que no es cuentista. En general, sabe hacer cuentos el que es novelista, de cierto género, no el que no es artista. Muchos particulares que hasta ahora jamás se habían creí­do con aptitudes para inventar fábulas en prosa con el nombre de novelas, han roto a escribir cuentos, como si en la vida hubieran hecho otra cosa. Creen que es más modesto el papel de cuentista y se atreven con él sin miedo. Es una aberración. El que no sea artista, el que no sea poeta, en el lato sentido, no hará un cuento, como no hará una novela». Clarín proyectó su ética y su estética, su voluntad crea­dora, por el camino de las novelas cortas y de los cuentos largos. Se inscribe, así, Clarín en las coordenadas del ámbito literario de la nouvelle europea de finales del siglo xix. Las novelas cortas de Leopoldo Alas serías explicables en un contexto similar a las de Maupassant o Chéjov.

UNA CASA A FLORÈNCIA (MAUGHAM, W. SOMERSET)
Des del balcó de l?espectacular vil·la florentina on passa les vacances, Mary Panton fa balanç de la seva situació: essent una vídua encara jove i bonica, són moltes les ofertes de matrimoni que, sens dubte, li poden arribar, per bé que el més assenyat, sens dubte, seria triar l?afectuós i honorable Edgar Swift, destinat a un càrrec de notorietat a l?ambaixada de l?Índia. Mentre espera que ell es decideixi a fer el pas, una circumstància imprevista amenaça de trastocar de sobte el brillant futur de la noia.

BANDERAS NEGRAS (STRINDBERG, AUGUST)
«Una cena de fantasmas iba a tener lugar en casa del profesor Stenkåhl…». Así introduce Strindberg la que sería su última novela, y la más polémica de una carrera ya de por sí marcada por la controversia. Los «fantasmas» son los literatos y artistas dispuestos a devorarse los unos a los otros, y de ellos huirá Falkenström, álter ego del autor, en un intento de reencontrarse a sí mismo lejos de la corrompida moral circundante. «Retrato de una época podrida y de sus miserables abanderados», Banderas Negras es una corrosiva sátira del mundo literario y periodístico del Estocolmo de principios del siglo XX, llena de feroces caricaturas de personalidades culturales a las que Strindberg erige en símbolos de la «era de la patraña», es decir, de la hipocresía, la falsedad, el oportunismo, y, en definitiva, la pérdida de valores de una sociedad en crisis. Pero es también el autorretrato de un autor maduro, que aborda con profundidad psicológica problemas como las relaciones de pareja —al más puro estilo de la Danza Macabra—, el vampirismo emocional y artístico, o la lucha del hombre moderno por hallar la verdad y la paz espiritual. Inédita hasta ahora en español, a la vez hilarante y amarga, Banderas Negras puede considerarse el testamento intelectual de quien es el mayor genio de las letras suecas y uno de los autores más importantes de la literatura universal.

ENCANTO Y COMPAÑÍA (WARTHON, EDITH)
A Edith Wharton (1862-1937) le encantaba que se dijera que en su América contemporánea había dos «self-made men»: Theodore Roosevelt y ella. Wharton, mujer refinada, elegante y de gran cultura, decidió dedicarse a las letras desoyendo los consejos de su madre que, como tantos miembros de las clases altas de Nueva York, consideraba que la escritura no resultaba adecuada para las mujeres y que las hacía vulgares. En estos relatos —que abarcan desde 1891 a 1935 y que son una perfecta introducción a la obra de la autora— asistimos a una elegante e irónica disección de la hipocresía de los ricos,de las renuncias personales frente a las presiones sociales, así como a una crítica a la institución del matrimonio, con una mirada compasiva hacia los sueños frustrados del ser humano. Pero la ironía de estos textos no es nunca cruel, y la complicidad que se establece con el lector invita a mirar con nuevos ojos a sus contemporáneos, que se parecen mucho a los nuestros. Testigo excepcional de un mundo de aparente lujo y de futilidad (pero que oculta toda una «trastienda» de emociones y aspiraciones secretas), estas siete piezas narrativas de Wharton —varias de ellas inéditas en español— recrean la atmósfera de sus grandes novelas, La edad de la inocencia o La casa de la alegría.