Izzie vive muy feliz con preocupada únicamente por la astrología y la new age, pero esa tranquilidad se ve alterada cuando aparece en su vida Mark, un guaperas que le pide el teléfono y está simpatiquísimo con ella. Se acabó el pasar de los chicos, a partir de entonces, en su cabeza no hay sitio para nada que no sea Mark, pero ¿por qué no le llama? Izzie no entiende la actitud de Mark, y es que, como dicen sus amigas Lucy y Nesta, expertas en cuestiones del corazón, los chicos son siempre impredecibles...