En el gran debate de la primera mitad del siglo XIX sobre la esclavitud, los Estados del sur la defendían para sus enormes plantaciones, mientras que los del norte, con una economía muy industrializada, pedían su abolición. A raíz de la ley de 1850 contra los esclavos que escapaban a un Estado libre, Harriet Beecher escribió "La cabaña del tío Tom", publicada como libro en 1852, que defendía romper con las leyes injustas y acabar con la esclavitud.