La caída de la Casa Usher fue publicada por primera vez en la revista Burton’s Gentleman’s Magazine, en 1839. Una de las primeras personas en leerlo fue nada menos que Washington Irving, que, al parecer, disfrutó enormemente con el cuento. Hoy día está considerado como una de las obras más importantes Poe, el cual siempre se mostró contento con el resultado (sólo consideraba que Ligeia era superior). Hoy valoramos a este autor como una figura esencial para comprender el género gótico y la literatura americana anterior a la Guerra Civil pero, en vida, fue constantemente machacado por la crítica literaria (circunstancia agravada por el hecho de que el propio Poe ejerció muchas veces como crítico). Como suele ocurrir, la opinión general de su obra cambió tras su muerte, creciendo en popularidad a medida que pasaban los años. Arthur Conan Doyle en su ensayo de 1901 Cruzando la puerta mágica le califica como el “maestro absoluto” del relato corto. Edgar Allan Poe nació en Boston, Estados Unidos, el 19 de enero de 1809. Sus padres murieron siendo él muy niño, y fue acogido por un matrimonio de Richmond. Por desgracia, nunca fue adoptado oficialmente y, de hecho, la relación con su familia de acogida siempre fue complicada, hasta el punto de acabar desheredado. Su carrera literaria se inició en 1827 con un libro de poemas, Tamerlane and Other Poems. Tras esto, empezó a escribir relatos cortos en algunos periódicos de la época y no tardó en ganar cierta fama. Se casó con su prima, Virginia Clemm, en 1835, cuando esta sólo tenía trece años de edad. Vivieron juntos once años, hasta la muerte de esta (a causa de la tuberculosis) en 1847. Según muchos autores que saben la historia mejor que yo, el fallecimiento de su esposa afectó a Poe de forma profunda hasta su propia muerte, en Baltimore, dos años después. Era un 7 de octubre, y apenas contaba con cuarenta años de edad.