A Zita le encanta leer cuentos de hadas. Una noche, después de leer uno de esos cuentos, soñó que se le presentaba un hada en su cuarto. Su presencia no fue muy clara y decidió pedir ayuda para dar forma a su sueño. Preguntó a sus padres y amigos, y no consiguió ninguna respuesta convincente.Zita decidió preguntar al Hacedor de Cuentos y a Noventa, el Hacedor de Estampas. Con ellos consiguió dar forma a aquella hada que tanto le deslumbró.Los tres juntos desearon con tal fuerza ver al hada que consiguieron tener el mismo sueño y, poco a poco, entre ¿palabras¿ y ¿estampas¿ llegaron a crear a ese ser fantástico que anidaba todas las noches en el corazón de Zita.