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MEMORIA, FICCIÓN Y POESÍA (DUQUE GIMENO, AQUILINO)
Esta obra muestra un recorrido ameno y erudito por el mundo literario inmediatamente posterior a la guerra civil. Además de contener un buen número de historias vividas y una completa galería de figuras de la época, el libro aporta un respetable y original acervo de hechos y valoraciones de la literatura española desde los años cuarenta, expresión literaria de un tiempo literario desconocido para muchos y que, sin embargo, sigue manteniendo especial vigencia.

CAZA MAYOR (DUQUE, AQUILINO)
La diferencia de Caza mayor con Las máscaras furtivas es que, siendo como es una historia de agentes secretos, los de Las máscaras son imaginarios (más o menos) y los de Caza mayor son reales. Esos personajes reales se mezclan con otros más o menos imaginarios. Yo no sé si esto es bueno o malo; lo que sé es que eso es lo que me divierte cuando escribo. Mis personajes tendrán todos los defectos del mundo, pero no se dividen en buenos y en malos y, aquí menos que nunca, tratan de aparecer como héroes o como mártires. Tampoco es que sean antihéroes, pero tampoco pretenden ser ejemplares, sino que humildemente se hacen preguntas, abrigan dudas y dejan que el azar o la Providencia despejen sus incógnitas. Muchos de ellos, tanto los reales como los imaginarios, han dejado testimonio escrito de sus peripecias o incluso memorias, biografías y entrevistas, pero raro es el que haya hecho una confesión general. En general, todo el que se confiesa se confiesa a medias, como González Ruano, porque nadie se ve como es, sino como cree ser. Tampoco el que escribe sobre ellos los capta en su integridad, pero al menos da una imagen distinta o aporta una tesela al mosaico de la etopeya. Caza mayor es por así decir un relato entre paréntesis, un paréntesis que se abre en Jerez de la Frontera y se cierra en Doñana en el año de gracia de 1927, antes de que la máquina del tiempo proyectara el gran documental del siglo XX, que esto es lo que es en realidad Caza mayor. AQUILINO DUQUE nació en Sevilla el 6 de enero de 1931, pero su infancia transcurrió en Zufre y su adolescencia en Higuera de la Sierra. Cursó estudios medios y superiores en Sevilla y amplió estudios en Inglaterra y Estados Unidos. Cultivador de géneros diversos, tiene el premio «Washington Irving» de cuentos, el «Leopoldo Panero» y el «Fastenrath» de poesía, más el Nacional de Literatura por su novela El mono azul. Es individuo de número de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras y ha residido en diversos países como profesor visitante y como funcionario internacional. Otras novelas suyas son Las máscaras furtivas, El piojo rojo, La loca de Chillán (Pre-textos, Valencia). Otras obras en Editorial Renacimiento son La Operación Marabú y otros relatos (narrativa) y Entreluces (poesía).

DOCE DÍAS DE AÑO EN AÑO (DUQUE, AQUILINO)
Se recogen en este libro los villancicos que a lo largo ya de un cuarto de siglo más o menos he ido enviando a todos aquellos en quienes pienso con cariño en estos días navideños. Completan la colección unos versos escritos en homenaje de la Cabalgata de los Reyes Magos de Higuera de la Sierra y la versión de un poema de Rilke que mandé un año que no debía de andar muy inspirado y que suplió con creces mi tributo anual. Los doce días del título son los transcurridos entre la Navidad y la Epifanía, fecha a la que de vez en cuando presto atención, aunque sólo sea por ser la de mi nacimiento. No he podido impedir que estos villancicos reflejen vivencias propias de una vida múltiple o alternen la cultura del Pesebre o del Portal con la del Arbol de Navidad. Hay uno de título extraño, pues arranca de eso que ahora llaman fake news, que en mis tiempos se llamaba «bulo» y que por eso titulo Infundio navideño. Lo pusieron en circulación los medios de confusión incómodos con la venida a España del Papa Ratzinger, en la que no dejó de visitar la basílica del Valle de los Caídos. Aquilino Duque nació en Sevilla el 6 de enero de 1931, pero su infancia transcurrió en Zufre y su adolescencia en Higuera de la Sierra. Cursó estudios medios y superiores en Sevilla y amplió estudios en Inglaterra y Estados Unidos. Cultivador de géneros diversos, tiene el premio «Washington Irving» de cuentos, el «Leopoldo Panero» y el «Fastenrath» de poesía, más el Nacional de Literatura por su novela El mono azul. Es individuo de número de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras y ha residido en diversos países como profesor visitante y como funcionario internacional.

LA LINTERNA MÁGICA (DUQUE, AQUILINO)
La linterna mágica fue escrita entre enero y marzo de 1970. No es la primera vez que evoco al Schopenhauer que decía que él no leía un libro que tuviera menos de cincuenta años. A La linterna mágica le faltan, pues, aún cinco años para figurar en las lecturas del pensador de Danzig, y aun así ha llegado a cumplirlos gracias a las cuatro ediciones que le han permitido sobrevivir en unos tiempos turbulentos. Aun tratándose de una novela inoportuna o intempestiva, siempre tuvo quien la acogió con simpatía e interés. Alguien que me conoce bien me ha aplicado el remoquete de «inoportunista» y entre los méritos contraídos por mí al respecto figura esta novela en lugar destacado. Publicada en Barcelona y presentada en Madrid en 1971, al año siguiente salía una versión italiana en Milán y se presentaba en Roma. Con raras y valiosas excepciones, el alzamiento de escudos fue masivo a ambas orillas del Mare Nostrum, donde las masas encefálicas se dieron por aludidas y, según los temperamentos, se rasgaron las vestiduras o guardaron un silencio ominoso. Los más ofendidos resultaron ser aquellos de los que estilísticamente me sentía más próximo y en cambio los más afines quedaron en general suspensos y me exhortaron a la humildad. Les hice caso y a los dos años estuve a punto de conseguir el Nadal con El mono azul, obra que en mi opinión representaba un paso atrás, hasta el punto que más de uno creyó que es anterior a La linterna mágica. Uno de ellos fue el poeta Manuel Moya, que sería el primero en reeditar la novela en España, cosa que hizo con esmero e inteligencia en su «Biblioteca de la Huebra». Esta edición se agotó casi por completo el día de su presentación en el pueblo de Zufre, en el que el Ayuntamiento la repartió generosamente entre la nutrida concurrencia. El hecho de que Renacimiento la relance ahora es para mí un regalo de la Primavera. Aquilino Duque nació en Sevilla el 6 de enero de 1931, pero su infancia transcurrió en Zufre y su adolescencia en Higuera de la Sierra. Cursó estudios medios y superiores en Sevilla y amplió estudios en Inglaterra y Estados Unidos. Cultivador de géneros diversos, tiene el premio «Washington Irving» de cuentos, el «Leopoldo Panero» y el «Fastenrath» de poesía, más el Nacional de Literatura por su novela El mono azul. Es individuo de número de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras y ha residido en diversos países como profesor visitante y como funcionario internacional. Otras novelas suyas son Las máscaras furtivas, El piojo rojo, La loca de Chillán (Pre-Textos, Valencia). Otras obras suyas de prosa en Editorial Renacimiento son: La operación Marabú y otros relatos, Caza mayor y La invención de la pólvora.