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UN COMEDOR DE OPIO O LOS FANTASMAS DE THOMAS DE QUINCEY (BAUDELAIRE, CHARLES)
En este libro, Un comedor de opio, Baudelaire, a través del análisis de Suspiria de profundis, procura comunicar al lector el sentimiento de que De Quincey fue «no sólo uno de los espíritus más originales, más auténticamente humorísticos de la Vieja Inglaterra, sino una de las personalidades más afables y más caritativas que hayan honrado la historia de las letras». Desea justificarlo no por lo que no hizo, por lo que se le condenaba, o sea por no haber rendido servicios útiles a la humanidad, sino por lo que hizo. Baudelaire reclama para De Quincey la gratitud del hombre «realmente espiritual». Sólo por haber escrito un libro bello, y pregunta : «¿Lo Bello no es acaso tan noble como lo Verdadero ?»

CORRESPONDENCIA GENERAL (BAUDELAIRE, CHARLES)
El foco del teatro baudelariano no pone en juego la inquietud elegíaca del moderno atormentado, o mejor, la pone en juego para burlarse. Esta disperso en la obra, en el artificio del hashchis, en la materialidad radiante de Las flores del mal, en la condensación escénica de los poemas en prosa. Esa difusión teatral que ocupa también la vida de Baudelaire, recorre y alumbra la correspondecia.

VINT-I-CINC FLORS DEL MAL. (BAUDELAIRE, CHARLES)
Vint-i-cinc flors del mal presenta els versos originals de Charles Baudelaire, junt amb la traducció al català que fa el poeta Pere Rovira. Aquest volum especial, il·lustrat, s’edita per celebrar que la col·lecció Versos, dirigida pel traductor d’aquesta obra, ha arribat al número cinquanta, i vol ser també un homenatge a la bona poesia moderna, als poetes que han publicat en la col·lecció i al públic que l’ha anat seguint durant els seus catorze anys d’existència.

DELACROIX (BAUDELAIRE, CHARLES / SILVESTRE, TÉOPHILE / BURTY, PHILIPPE)
Los tres trabajos incluidos en este libro representan varias calas en la vida y la obra de Eugène Delacroix, junto a los detalles de su muerte en Agosto de 1863. En su ensayo, Charles Baudelaire, dilucida en qué consistió el arte de Delacroix, aportando detalles sobre su vida y carácter. El trabajo de Théophile Silvestre data de 1856, cuando el pintor gozaba de su apogeo artístico. Silvestre nos presenta al artista en su taller, su forma de trabajar, sus teorías artísticas y literarias, su adoración por Rubens, Miguel Ángel, Rafael, Ribera, etc... Finalmente, el fragmento de Philippe Burty incluye las circunstancias de la muerte del pintor, así como la trascripción de su testamento, que aporta detalles significativos sobre sus relaciones y su forma de entender la amistad.