En 1664, el capitán pirata John Mano de Plata guardó el joyero en un cofre. El cofre estaba labrado con figuras que representaban demonios salvajes. El pirata quiso llevarlo a un lugar seguro que solo él conocía. El joyero contenía un secreto que no debía caer en malas manos. Trescientos años más tarde, los trillizos PC, Floppi y Cha-Cha pondrán todo su empeño en descubrir el tesoro.