Este libro se basa en el fallido atentado que en 1937, en la ciudad de Salamanca, dirigió el catalán Jaime Ral Banús, ayudado por varias personas de la provincia de Badajoz y Cáceres, contra el dictador. Jaime Ral Banús, afiliado al sindicato de la CNT, pertenecía a la FAI. Era un anarquista de la escuela de Ricardo Flores Magón. Su anarquismo fue original, pacífico, constructivo y libertario, al igual que fueron los de Kropotkin, Tolstoi y Gandhi, vinculando la dimensión pequeña, natural, libre y espontánea de la vida frente a las estructuras autoritarias y centralistas del Estado, la burocracia, la ortodoxia y el gran capital. Fue, al igual que Maestre, un gran seguidor de Proudhon, pensador convencido de que el ser gobernado es ser vigilado, inspeccionado, espiado, dirigido, legislado, numerado, reglamentado, adoctrinado, sermoneado, comprobado, calibrado, evaluado, censurado, mandado por criaturas que no tienen el derecho ni la sabiduría ni la virtud para hacerlo. Con esta verdad comulgó también Maestre. El verdadero anarquismo, opuesto totalmente al libertinaje, es el que entiende la acción humana en la consecución de la justicia sin el uso de bombas ni sables ni metralletas, porque ninguno de estos procedimientos contribuye a hacer algún bien a la humanidad. Nuestro protagonista, Jaime Ral Banús, fue totalmente contrario al uso de violencia. Se negó a utilizarla en momentos difíciles y siempre jugó con el diálogo. Fue un trabajador serio e incansable, y miró siempre por los demás, olvidándose de sí mismo.