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Resultados de la búsqueda para: Teresa de Lisieux
Teresa de Lisieux sintió resonar en ella el deseo de ser santa. Y dejó que se desarrollase en su corazón hasta hacer de toda su vida una ofrenda de amor. Igual que un niño pequeño, amó con confianza. Y como un niño pequeño, se dejo amar. Nuestra santidad no puede ser una copia de la santidad de Teresa, sino la que Dios quiere realizar en nosotros contando con la libertad de nuestro amor. Lo cual no impide que el camino específico de santidad de Teresa, nos sirva de guía, de luz y de esperanza.
He aquí un precioso libro que edición tras edición nos sigue ofreciendo un análisis hasta la raíz de una misma doctrina: la del abandono y confianza en el Señor. Hacerse niños es la condición única y suficiente para lograr la confianza plena en Dios. Para que Él actúe con libertad en nosotros.
Un escritor del máximo nivel narra la vida apasionante de esta mujer valiente y santa, que quiso llamarse simplemente Teresita, y que hoy es Doctora de la Iglesia.
La lectura de la Correspondance Gènerale de sor Teresa del Niño Jesús de la Santa Faz resulta indispensable para profundizar en la vida y en la doctrina de nuestra carmelita de Lisieux. De las 266 cartas que se han encontrado, 17 las dirigió a dos hermanos espirituales que le fueron encomendados en 1895 y 1896: el seminarista Mauricio Bellière, que se irá a África (y que recibió 11 de esas cartas) y el P. Adolfo Roulland, de las Misiones Extranjeras de París, que llevará la Buena Noticia a China (y que recibió 6).La importancia de esta correspondencia no se mide por su cantidad, sino por su densidad humana y su profundidad espiritual. Los sacerdotes y seminaristas, de manera especial, podrían sacar gran provecho de la lectura de estas cartas y que de esta manera podría encontrar continuidad el diálogo con cada uno de los dos destinatarios de estas cartas.
Luis y Celia Martin, padres de santa Teresa de Lisieux, se muestran unos santos cercanos al común de los mortales. No son consagrados, ni célibes, sus vidas están tejidas por el trabajo él, de relojero; ella, de encajera, vida de familia numerosa, pertenecientes a asociaciones parroquiales, vecinos de sus vecinos. Vivieron con todas sus consecuencias y circunstancias la espiritualidad propia de su tiempo en una Francia del siglo XIX aún convulsa por las secuelas de la revolución, el anticlericalismo y cierto jansenismo espiritual. Luis y Celia han sido santos en la humilde realidad de sus vidas, con una sencilla fe sustentada en la oración en familia, en la educación de sus hijas, la misa diaria, las lecturas piadosas, el amor a Dios y al prójimo, la fidelidad a la Iglesia

Única traducción directa de la edición francesa «Du Cerf-Desclée», con los Manuscritos, Cartas, Poesías, Últimas Conversaciones y Escritos diversos de la Doctora más joven de la Iglesia.
Un matrimonio que vivió y transmitió una fe profunda y una total entrega a Dios. Y la historia empieza así: 'Luis Martin y Celia Guérin, padres de Teresa de Lisieux, fueron canonizados el 18 de octubre de 2015 con ocasión del Sínodo de la Familia. Fue una grata noticia para la espiritualidad familiar, que cuenta en el santoral de la Iglesia con escasos modelos. Los santos han sido mayoritariamente célibes, y mayormente también religiosos, ligados por unos votos o por el sacerdocio, con una consagración que los pone en un estado de vida diferente de la mayor parte del pueblo de Dios. Monjes, frailes, sacerdotes, obispos, papas, misioneros... o monjas y religiosas, todos han profesado el voto de castidad o han renunciado de algún modo a la vida conyugal por el reino de los cielos....'
Con esta colección de textos de santa Terea de Lisieux, tomados de sus manuscritos autobiográficos y ordenados para cada día del año, el lector descubrirá no solo los recuerdos y experiencias de la Santa, que fue declarada patrona universal de las misiones en 1925, sino también su profundo mensaje espiritual y el reflejo de su alma. En la existencia, aparentemente sencilla, de Teresa se desarrollaron un pensamiento religioso y una espiritualidad originales y admirables. La humildad y alegría que acompañaron a esta joven carmelita, así como la profundidad de su experiencia religiosa, la convierten en una de las figuras más destacadas del cristianismo. No en vano Pío X la definió como la «santa más grande de los tiempos modernos» y Juan Pablo II la proclamó doctora de la Iglesia el 19 de octubre de 1997, Día de las misiones.


Lo que siempre me ha fascinado en Teresa es su deseo de amar hasta el extremo, de amar sobre todo a Jesús, el centro de su vida. Teresa no tiene nada de especial, salvo amar. La espiritualidad de aquella a la que la gente llama afectuosamente la pequeña Teresa no se resume en una práctica o virtud particular, sino en una intención fundamental del corazón que se manifiesta a través de una apertura confiada a la acción de Dios y a través de un ardiente deseo de vivir de amor. Para Teresa, el amor tiene siempre la última palabra. De esta experiencia centrada en la persona de Jesús, Jacques Gauthier ha extraído diez actitudes interiores en las que los verbos constituyen otras tantas invitaciones a vivir la aventura de la santidad. Así, el autor rinde homenaje a Teresa de Lisieux, cuya fe bebe con sencillez y profundidad en el Evangelio. De este modo, se esboza un retrato cautivador destinado a imitar el amor ardiente que animaba a la santa y nos incita a seguir hacia adelante. Jacques Gauthier, laico y padre de familia, universitario y poeta, ha puesto la oración en el corazón de su vida. Ha escrito unas sesenta obras, de las que seis están dedicadas a Teresa de Lisieux y han sido traducidas a varias lenguas. En esta editorial se ha publicado: Tengo sed. Teresa de Lisieux y la madre Teresa.
Este escrito trata de una joven muy conocida y admirada. No es una actriz famosa, ni una cantante de fama, ni una estrella del fútbol y, sin embargo, tiene fans en casi todos los países del mundo. No es J.K. Rowling, pero sus obras están traducidas a más idiomas y dialectos que las aventuras de Harry Potter. Su nombre se asocia al reparto de infinidad de favores y al cambio personal que experimentan quienes se deciden a seguir su caminito. Estamos hablando de la santa más grande de los tiempos modernos: santa Teresita del Niño Jesús.