El 25 de agosto de 1968 tuvo lugar en Chicago la Convención del Partido Demócrata. Cinco mil personas entre anarquistas, pacifistas, hippies, comunistas, exponentes de la nueva Izquierda, radicales, militantes negros, llegaron a la ciudad y se acamparon en el Lincoln Park. Junto a Ginsberg estaban Norman Mailer, William Burroughs, Jean Genet. La respuesta de las Fuerzas Armadas, inmediata, masiva y violenta hizo historia. Soldados, agentes de policía, detectives de la FBI, un total de 24.000 hombres se lanzaron en una despiadada caza al hombre. Aunque un informe oficial estableció que la violencia fue provocada por las fuerzas del orden, los organizadores de las protestas de Chicago fueron procesados y condenados. Delante de los jueces desfilaron las personalidades más representativas de la nueva cultura norteamericana: entre ellos por supuesto estaba Allen Ginsberg. Durante el interrogatorio y el contrainterrogatorio, el autor de Aullido salmodió y recitó sus poemas, indiferente a toda clase de burlas por parte de la corte y determinado a explicar las razones profundas de aquellas protestas. Testimonio en Chicago recoge las actas del interrogatorio con un prólogo de Fernando Pivano y la crónica de la comparecencia de Ginsberg delante de los jueces que se publicó en The New York Review of Books en 1970 firmada por Jason Epstein, editor, escritor, periodista y co-fundador de la revista.