1. Descubrir el orador que hay en ti

La clave para hacer una buena presentación o actuación es la preparación. La preparación te permite concentrarte en qué, cuándo y por qué estás hablando. Si reduces todos los elementos, te familiarizarás con el tema. Te permitirá no solo hacer una presentación más concisa, sino también reducir tu miedo a lo desconocido. De esta forma, reducirás los nervios y, por lo tanto, tendrás más confianza en el presente.

2. Definir el objetivo de tu discurso

Necesitarás obtener tantas respuestas como sea posible a las siguientes preguntas: ¿quién?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿qué? y ¿por qué?

Las respuestas a estas preguntas te ayudarán a crear un plan específico.

3. Controlar el lenguaje corporal

El lenguaje corporal es la comunicación no verbal. Incluye aspectos como la posición del cuerpo y de las piernas, los movimientos de los brazos y las expresiones faciales.

Cuida tu posición, si caminas que sea a un punto fijo y evita mirar a una sola persona, detén la mirada durante unos segundos en una persona, luego mira a otra, y así sucesivamente hasta llegar al punto más alejado de la audiencia.

4. Evitar los tics verbales

Los tics lingüísticos son cosas que repites constantemente sin ser consciente de ello. A menudo son palabras conectoras, como «entonces», «básicamente», «en realidad», «así», «pues», o emitir sonidos como «eeeh», carraspear o tomar aliento.

Para minimizar tus tics verbales, debes ser consciente de ellos. De esta forma, puedes aprender primero a escucharlos y luego trabajar para cambiarlos.

5. Hacer una presentación profesional

Una de las mayores preocupaciones de la gente al hablar en público es el famoso miedo escénico: estrés, nervios y mariposas en el estómago.

Lo primero que debes hacer es recordar que los nervios son algo bueno.

Si es posible, tómate un par de minutos y busca un sitio en el que estar a solas. Haz estiramientos y calienta las cuerdas vocales.

Antes de entrar en la sala o subir al estrado, repite mentalmente la primera frase. 

Habla alto y claro. Vocaliza. Mira a la audiencia. No te pases del límite de tiempo. Y lo más importante: nadie está esperando a que te equivoques. Confía en ti y recuerda que eres la persona adecuada para el trabajo.

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