El mensaje de la crisis que atravesamos es múltiple: no es el Estado la célula básica de la sociedad, sino la familia. La mujer tiene un papel en la familia y también el hombre: ambos complementarios e iguales en dignidad.

La familia es responsable y tiene el derecho de la educación de los hijos. La vida es el primer derecho. Para decir esto que son verdades como puños hay que ser heroicos: vamos te van a crucificar…