A finales del siglo XII, nació Ricardo en Wyche en el seno de una familia de trabajadores de campo. Marchó a estudiar a Oxford donde se graduó en Artes y en Bolonia hizo lo propio en Derecho. En Orleans ejerció la docencia y se ordenó sacerdote. El Arzobispo de Canterbury lo nombra obispo de Chichester, hecho que no sentó nada bien al rey Enrique III, que le cerró físicamente las puertas del palacio episcopal. Entonces, Ricardo ejerció de obispo misionero y predicó la doctrina evangélica. Tuvo que navegar a contracorriente y murió en la casa-asilo para pobres, sacerdotes y peregrinos a los 55 años.