Introducción al Cristo Yacente

Tras su muerte, Jesús es descendido de la Cruz, después es dispuesto para ser depositado en el Sepulcro, este es el Cristo Yacente: Cristo muerto sobre una sábana, recostada su cabeza inerte sobre una almohada y aislado del piadoso grupo de acompañantes.

Es importante precisar que la denominación de Yacente alude a una determinada posición anatómica del cuerpo de Jesucristo, con dos posibles lecturas iconológicas: el Entierro de Cristo o Cristo en el Santo Sepulcro.

En el siglo XI y XII surgen en Constantinopla iconografías nuevas: como el “Cristo Hombre de Dolores” ―Imago Pietatis― influenciadas por la Sábana Santa que en este tiempo se veneraba en dicha ciudad.

En la Baja Edad Media proliferan las imágenes aisladas o exentas de Cristo Yacente, especialmente en el centro de Europa donde se conservan algunas de las más antiguas, datadas al final del siglo XIII. En Castilla las primeras son del XIV y están en Zamora (Convento de Santa Clara e Iglesia del Santo Sepulcro). Son esculturas de Jesús muerto con los ojos cerrados y las manos cruzadas sobre el vientre.

Imagen del Cristo Yacente del Santo Entierro de Torredonjimeno

Es una escultura de madera de pino policromada, de bulto redondo y talla completa ―ensamblada de bloques de madera longitudinal sin hueco interno―. La musculatura, sin ser prominente, está bien perfilada, su altura es de 1,38 cm.

Tiene una composición frontal, con los brazos a lo largo del cuerpo y sin torsión del tronco o escorzo. Predomina la parte superior de la talla respecto a la inferior. Sin duda estas medidas están influenciadas por la flexión de las rodillas y el sistema de articulación que se aplicó a las mismas.

Hay pocos restos de la flagelación y de las caídas que sufrió Nuestro Señor, si residuos de sangre en cara y cuello (corona de espinas), sangre resbalando por los brazos y pies proveniente de las heridas de los clavos, y por último el reguero de la herida del costado, que lleva dirección oblicua y termina en la zona interna del muslo derecho, cruzando el paño de pureza por debajo, este detalle nos puede indicar que el autor juzga que Cristo fue crucificado desnudo. Como resumen, se puede decir, que hay pocos signos de violencia en la talla.

Su policromía es color marfil claro pulimentada en las carnaciones, con tonos verdoso-azulado en los párpados, labios, hombros, codos, rodillas, pies y parte anterior del tórax. Esta coloración se debe, en nuestra opinión, a que el autor de la carnación consideró que el cadáver se encuentra entre el periodo cromático de la putrefacción, que se inicia con la denominada “mancha verde” y la formación de livideces. Jesús por sufrir una cruel tortura, presentó una rápida e importante rigidez cadavérica, nuestra Imagen tiene las piernas flexionadas como signo de este fenómeno.

El Cristo goza de un gesto sereno pero sobrecogedor al mismo tiempo, inspira amor, paz, serenidad y equilibrio.

Rostro ovalado con la cabeza girada ligeramente hacia la izquierda, ojos prácticamente cerrados ―se ve la parte inferior del iris pintado a pincel― ahuevados, cuencas profundas, nariz recta, labios finos con boca cerrada, oreja derecha visible con lóbulo carnoso, la izquierda tapada por el pelo rizado de color castaño, este no tiene excesivas ondas y está pegado a la cabeza y cuello, el cabello cae sobre los hombros donde el relieve se hace más profundo y dinámico, se dispone con la raya en el centro. Barba partida con poca incisión de la gubia en ella. Peleteado en el rostro.

Relieves óseos llamativos en unión condroesternal y xifoides. En la policromía hay marcas (parecen huellas), debidas a coger o tocar la talla con la pintura a cierta temperatura o sin secar.

Amputaciones de dedos en el pie derecho, en el antepié se observa un tono oscuro de difícil interpretación ¿calor? ¿agua?.

La talla tiene un accesorio al cual vamos a denominar “Aureola”, por las razones que ahora comentaremos:

Potencia: Aditamento con tres llamas o rayos de luz que se sitúa sobre o tras la cabeza, tributo por excelencia de la Divinidad de Jesús. Procede del despiece del nimbo crucífero. Su diseño consta de un nudo central del que arranca un haz de rayos solares, lisos o flamígeros, con las puntas planas o biseladas.

Aureola: Resplandor o círculo luminoso que se representa encima o detrás de las cabezas de las imágenes religiosas como símbolo del aura que emanan. La palabra “aureola” significa de color oro, la forma redonda se deriva del hecho de que el círculo es un símbolo de perfección, y por esta razón representa la santidad. Se puede representar desde grandes círculos dorados, como rayos de luz o anillos delgados de oro apenas perceptibles a simple vista. Hay que distinguir entre aureola circular y aureola radial.

Paño de Pureza: tallado en el mismo bloque que el cuerpo, forma una unidad con él. Se sostiene con una atadura en el costado derecho sin necesidad de nudo o cuerda, es de forma trapezoidal con el lado más pequeño a la derecha y dispuesto de manera diagonal, muestra pliegues amplios aunque escasos en número.

Rodillas: en la zona inferior del muslo hay un corte cóncavo que va desde la región infrarotuliana, hasta el hueco poplíteo. A la altura de la rótula, existe un agujero y otro un poco más arriba con tornillo, la pierna en su extremo superior es convexa para adaptarse al hueco que deja el muslo, en la zona alta de la pantorrilla existe un rebaje con el fin de facilitar la flexión. Cuando el miembro inferior está en extensión el que la mantiene es el tornillo superior, para la flexión había que quitarlo, doblar la pierna e introducir el mismo por el orificio inferior hasta conectar con la meseta tibial, donde hay otro boquete.

Fuente de la información: Octavio Carazo Martínez Anguita.

Más información: https://www.facebook.com/santosepulcrodetorredonjimeno