Un par de anécdotas del venerable Faustino Pérez-Manglano Magro.

La señorita que le dio clases de pequeño afirma de él:

Desde pequeñito, Faustino aprendió a sacrificarse, pero esto se les enseña a todos los niños… Algunas veces, en clase hacíamos la cunita para el Niño Jesús. Consistía en pequeñas cosas que les costaba hacer y que hacían con este fin: los pañales, las sábanas, etc., de la cuna.

No puedo precisar la edad, pero debía tener unos cinco años cuando ocurrió lo que sigue.

Y nos cuenta esta anécdota:

Estaban Faustino y su hermana María Encarna. Se suscitó la pregunta siguiente. Creo que la hizo él.

  • ¿Qué es peor; el tenedor del diablo o una pistola?
  • Vosotros mismos lo vais a decir. Mirad: el tenedor del diablo puede matar el alma y la pistola el cuerpo. ¿Qué preferís que os maten?

Faustino contestó inmediatamente y con toda su alma:

  • Yo, el cuerpo.

A continuación, dice María Encarna:

  • Yo tengo mucho miedo de que suba el demonio.

A lo que le contesta su hermano:

  • ¡No seas tonta! ¿Cómo va a subir? ¿Tú crees que lo iba a dejar pasar Alberto? (Alberto era el portero de la casa.)

Una última anécdota, referida por la misma profesora:

Un día, a la hora de clase, me dijo: «Ya sé de dónde salen los niños». Sin darle ninguna importancia, le pregunté: «¿Quién te lo ha dicho?»

  • «Papá», me contestó, y a continuación, me dice: «y tú, ¿ya lo sabías?»

Faustino Pérez-Manglano Magro nació en Valencia el 4 de agosto 1946, siendo el mayor de cuatro hermanos. Recibió de sus padres, Faustino y Encarnación, una cuidada educación cristiana. En 1952 ingresa en el colegio marianista “Nuestra Señora del Pilar” (en ese momento en la plaza del conde de Carlet). En 1954, recibe la primera comunión y en el 1955 la confirmación. En 1957 empieza el segundo curso de Bachillerato ya en el nuevo edificio colegial del Paseo de Valencia al mar (hoy Avenida Blasco Ibañez). Su vida se desarrollaba como un chico corriente: le encanta el deporte – la pasión del fútbol – natación, montaña. Le gusta el cine, la televisión, leer novelas, hacer amigos.

MÁS ANÉCDOTAS DE FAUSTINO PÉREZ-MANGLANO MAGRO (PULSAR AQÚI)