Hermenegildo fue educado por su padre Leovigildo en la herejía arriana. En cambio, se casó con una católica que, con su ejemplo y oraciones, le convirtieron. Al enterarse su padre se enfureció, lo desheredó y tomó como prisioneros a su esposa y a su hijo. Hicieron las paces un año después. En Tarragona lo encarcelaron acusado de herejía. El mártir se negó recibir la comunión de manos de un obispo arriano y su padre lo mandó matar. Hermenegildo recibió la noticia con resignación y murió de un solo golpe de mazo.