La Virgen de Montserrat fue declarada patrona de Cataluña y en el siglo IX se construyó el santuario con el mismo nombre. Se le llama Moreneta debido al humo proveniente de tantas velas encendidas en su honor como señales de su protección o como signo de pedirle favores o de acción de gracias. Esta devoción montserratina no tardó en llegar a los lugares como el mismo Oriente y al Nuevo Mundo. A Montserrat han acudido muchos santos desde el siglo XIII y los monjes benedictinos le dan culto cada día.