Catalina nació en Siena el 15 de marzo de 1357 y a los siete años celebró su místico matrimonio con Cristo. Con 15 años entró a la Tercera Orden de Santo Domingo y comenzó una vida de penitencia muy rigurosa. En Siena dictó el «Diálogo sobre la Divina Providencia» para tributar a Dios su último canto de amor. En los comienzos del gran cisma aceptó el llamamiento de Urbano VI para que fuera a Roma donde enfermó y murió rodeada de sus muchos discípulos con 33 años. Fue canonizada el 29 de abril de 1461 y en 1939 fue declarada patrona de Italia junto con San Francisco de Asís.